"New Sensation" Capítulo 64-If you love it like I love it
Reinolds (Jefe gordo y feo) llamó a dos guardias de la discoteca para
que vinieran a recogernos, llegaron a trombones en un coche destartalado
sin matrícula, Dios, ¿Hay algo legal en este “fregao”?
-Sube
-Subiré si quiero-Añadí, colocándome las bragas para que no se pudiera ver nada.
Resopló, yo hice lo mismo en signo de burla y sin tocar mucho los enseres de aquel trasto me senté como pude en los asientos, totalmente descolchados por las hojas de afiladas navajas… Genial…
-Vamos al club-Me crucé de brazos y apoyé mi cabeza en la ventanilla, o en lo que quedaba de ella.
-Oye-Uno de los hombres, para ser exactos, el que conducía el coche, enorme, era enorme, me preguntó- ¿Puedo preguntarte algo?
-Tu pregunta, ya veré si te contesto-Hubo un extraño silencio, que el ruido del motor rompía con brutalidad.
-¿Has tenido algún trauma de pequeña?-Me miró expectante por el retrovisor, como siguiera así tres segundos más nos estampábamos todos contra una farola.
-No, ¿Por qué?
-Es que casi todas las chicas que trabajáis en estas cosas, habéis sido maltratadas, o algo por el estilo ¿Me sé explicar? –En realidad no, pero logré entenderle.
-Mi vida ha sido perfecta hasta hace tres años.
-¿Y qué podría hacer para que mi hija no acabase así?
-Mientras no se enamore de Eric Surita, todo le irá bien.
El hombre se quedó loco, no sabía que responder, los demás se reían de su cara de palurdo y yo volví a apoyar la cabeza donde antes.
-Hemos llegado-Anunció el copiloto, el viaje duró apenas diez minutos, bajé la primera y entré por la puerta de atrás, todo estaba más calmado y apenas había gente rodeando el local.
Cuando me vieron aparecer por allí todas mis compañeras se quedaron mirándome, unas con odio, otras sin más, me sentía incomoda, pero traspasé la tenue sala con la cabeza bien alta.
-Jackie-La miré
-En esa sala-Me señaló la tercera puerta de la pared derecha, entre los baños y el picadero.
-¿Quién es?
-No lo sé, no le vi la cara.
Me quedé parada un momento, había hecho esto muchas otras veces, y por una cantidad bastante menor de dinero, pero estaba nerviosa, me arreglé un poco por encima, posé la mano en el pomo, pegajoso, algún borracho despistado debió tirar su copa encima, lo giré medio temblando, y empujé la puerta.
La sala estaba oscura, solo estaba iluminada la zona de la barra de baile, que yacía cerca de la puerta de entrada , al fondo, un sillón individual, donde había sentado un hombre, gabardina, y un sombrero que le tapaba, junto con la sombra de este, media cara, tenía las piernas entrecruzadas.
Se me anudó el estomago ¿Por qué? No… no lo sé…
-Hola.
Silencio.
Seguía sin contestarme al cabo de un rato.
-Como quieras-Me acerqué a la cadena de música y busque entre los CD’S de reggaetón algo que bailar, escuché un pequeño golpe de atención que provenía de sus zapatos contra la madera podrida del suelo.
Me di la vuelta, aún de cuclillas, y encontré un papelito en el suelo.
“Permíteme elegir la canción”
-¿Pero tú eres mudo o algo por el estilo?-Pregunté mientras me reincorporaba.
Otro papelito calló de entre sus dedos.
“Puede”
-Bueno, ¿Y qué propones? –Coloqué mi sujetador vulgarmente.
Estiró el brazo, una caratula impecable sujeta por sus manos enguantadas se presentó ante mis ojos, la cogí con cuidado con mis esbeltas y desgastadas manos.
“This is love”
“Esto es amor”
-¿Por qué?-Seguía confusa, con la caratula entre mis manos, leyendo aquella frase, que se clavaba en mi corazón.
Otras pequeña notita chocó con el suelo.
“Porque sí”
-No, porque sí no.-Esto me recordaba bastante a las discusiones que tenia con Er… Eri… Lo siento, no puedo decir su nombre, duele demasiado-Normalmente, aquí los hombre vienen a excitarse con los sensuales bailes de una stripper, lo mejor es el reggaetón, o una canción clásica de pasión, pero esto no es normal, ni siquiera sé como bailarlo, además, mi vida no concuerda con el título de esta canción...
Ya no caían mas papeles, el solo esperaba, yo, sin más dudas que preguntarle, deposité el disco en el reproductor, me coloqué en la plataforma, y apreté en el mando el botón play.
La canción me punzaba el corazón, con cada movimiento sufría más, se pasaban todos los momentos vividos a su lado, por mi cabeza, produciéndome placer, e inmenso e irremediable dolor.
-¡NO PUEDO! ¡NO PUEDO MÁS!-Me tiré al suelo, escondí mi cabeza entre las rodillas para que no me viera llorar, él, se acerco, empecé a oler, algo realmente agradable, algo familiar, me entró la mayor de las alegrías por el cuerpo, lloré más fuerte.
Él, sí él, se arrodilló, sin descubrir su cara y de cuclillas, me abrazó, yo solo podía esnifar el olor que desprendía su cuello y acercándose delicadamente a mi oído, me susurró, la parte más bonita de la canción.
-If you love it like I love it
And you feel what I feel inside
If you want it like I want it
Then baby let’s get it tonight
If you feel it, say hell yeah (hell yeah)
Say hell yeah (hell yeah)
Say hell yeah (hell yeah)
This is love, this is love, this is love
Le agarré del abrigo fuerte, clavándole incluso las uñas, sin soltarlo, tenia empapada la cara, deposité mis labios en su cuello fuertemente, apretando los ojos, el me tenia bien sujeta, yo lloraba, más que en toda mi vida, con menos ropa que una puta, agarrada a…
Agarrada a…
-Eric... Dios, Eric.
-Sube
-Subiré si quiero-Añadí, colocándome las bragas para que no se pudiera ver nada.
Resopló, yo hice lo mismo en signo de burla y sin tocar mucho los enseres de aquel trasto me senté como pude en los asientos, totalmente descolchados por las hojas de afiladas navajas… Genial…
-Vamos al club-Me crucé de brazos y apoyé mi cabeza en la ventanilla, o en lo que quedaba de ella.
-Oye-Uno de los hombres, para ser exactos, el que conducía el coche, enorme, era enorme, me preguntó- ¿Puedo preguntarte algo?
-Tu pregunta, ya veré si te contesto-Hubo un extraño silencio, que el ruido del motor rompía con brutalidad.
-¿Has tenido algún trauma de pequeña?-Me miró expectante por el retrovisor, como siguiera así tres segundos más nos estampábamos todos contra una farola.
-No, ¿Por qué?
-Es que casi todas las chicas que trabajáis en estas cosas, habéis sido maltratadas, o algo por el estilo ¿Me sé explicar? –En realidad no, pero logré entenderle.
-Mi vida ha sido perfecta hasta hace tres años.
-¿Y qué podría hacer para que mi hija no acabase así?
-Mientras no se enamore de Eric Surita, todo le irá bien.
El hombre se quedó loco, no sabía que responder, los demás se reían de su cara de palurdo y yo volví a apoyar la cabeza donde antes.
-Hemos llegado-Anunció el copiloto, el viaje duró apenas diez minutos, bajé la primera y entré por la puerta de atrás, todo estaba más calmado y apenas había gente rodeando el local.
Cuando me vieron aparecer por allí todas mis compañeras se quedaron mirándome, unas con odio, otras sin más, me sentía incomoda, pero traspasé la tenue sala con la cabeza bien alta.
-Jackie-La miré
-En esa sala-Me señaló la tercera puerta de la pared derecha, entre los baños y el picadero.
-¿Quién es?
-No lo sé, no le vi la cara.
Me quedé parada un momento, había hecho esto muchas otras veces, y por una cantidad bastante menor de dinero, pero estaba nerviosa, me arreglé un poco por encima, posé la mano en el pomo, pegajoso, algún borracho despistado debió tirar su copa encima, lo giré medio temblando, y empujé la puerta.
La sala estaba oscura, solo estaba iluminada la zona de la barra de baile, que yacía cerca de la puerta de entrada , al fondo, un sillón individual, donde había sentado un hombre, gabardina, y un sombrero que le tapaba, junto con la sombra de este, media cara, tenía las piernas entrecruzadas.
Se me anudó el estomago ¿Por qué? No… no lo sé…
-Hola.
Silencio.
Seguía sin contestarme al cabo de un rato.
-Como quieras-Me acerqué a la cadena de música y busque entre los CD’S de reggaetón algo que bailar, escuché un pequeño golpe de atención que provenía de sus zapatos contra la madera podrida del suelo.
Me di la vuelta, aún de cuclillas, y encontré un papelito en el suelo.
“Permíteme elegir la canción”
-¿Pero tú eres mudo o algo por el estilo?-Pregunté mientras me reincorporaba.
Otro papelito calló de entre sus dedos.
“Puede”
-Bueno, ¿Y qué propones? –Coloqué mi sujetador vulgarmente.
Estiró el brazo, una caratula impecable sujeta por sus manos enguantadas se presentó ante mis ojos, la cogí con cuidado con mis esbeltas y desgastadas manos.
“This is love”
“Esto es amor”
-¿Por qué?-Seguía confusa, con la caratula entre mis manos, leyendo aquella frase, que se clavaba en mi corazón.
Otras pequeña notita chocó con el suelo.
“Porque sí”
-No, porque sí no.-Esto me recordaba bastante a las discusiones que tenia con Er… Eri… Lo siento, no puedo decir su nombre, duele demasiado-Normalmente, aquí los hombre vienen a excitarse con los sensuales bailes de una stripper, lo mejor es el reggaetón, o una canción clásica de pasión, pero esto no es normal, ni siquiera sé como bailarlo, además, mi vida no concuerda con el título de esta canción...
Ya no caían mas papeles, el solo esperaba, yo, sin más dudas que preguntarle, deposité el disco en el reproductor, me coloqué en la plataforma, y apreté en el mando el botón play.
La canción me punzaba el corazón, con cada movimiento sufría más, se pasaban todos los momentos vividos a su lado, por mi cabeza, produciéndome placer, e inmenso e irremediable dolor.

-¡NO PUEDO! ¡NO PUEDO MÁS!-Me tiré al suelo, escondí mi cabeza entre las rodillas para que no me viera llorar, él, se acerco, empecé a oler, algo realmente agradable, algo familiar, me entró la mayor de las alegrías por el cuerpo, lloré más fuerte.
Él, sí él, se arrodilló, sin descubrir su cara y de cuclillas, me abrazó, yo solo podía esnifar el olor que desprendía su cuello y acercándose delicadamente a mi oído, me susurró, la parte más bonita de la canción.
-If you love it like I love it
And you feel what I feel inside
If you want it like I want it
Then baby let’s get it tonight
If you feel it, say hell yeah (hell yeah)
Say hell yeah (hell yeah)
Say hell yeah (hell yeah)
This is love, this is love, this is love
Le agarré del abrigo fuerte, clavándole incluso las uñas, sin soltarlo, tenia empapada la cara, deposité mis labios en su cuello fuertemente, apretando los ojos, el me tenia bien sujeta, yo lloraba, más que en toda mi vida, con menos ropa que una puta, agarrada a…
Agarrada a…
-Eric... Dios, Eric.
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