jueves, 13 de septiembre de 2012

"New Sensation" Capítulo 18-Muérdeme

-Dudu, no tiene gracias, abre la puerta, me cago en la puta-Se escuchaba un gran silencio-¡Dudu!-Aporreaba la puerta como si de la cara de Eric se tratase, paraba, escuchaba silencio, y volvía a llamar como una histérica a Dudu.
-Estate quieta, eso no funciona imbécil, ya lo hago yo-Eric me apartó delicadamente hacia atrás, tuvo suerte de que no le pegase un mordisco en la mano, porque no estaba el horno para bollos que sino…
-Dudu, abre a porta, senão mato-te hermanito, mato-te- Eric estaba apoyado en la puerta, yo estaba detrás de él, veía su morena espalda y su tremendo culo, pero solo quería salir de allí, ya estaba empezando a faltarme la respiración, o por que el baño era pequeño o porque Eric estaba sin camiseta, pero me faltaba…
De las rejillas del aire acondicionado empezó a salir un tremendo frio, Eric se apartó de la puerta y miró hacia arriba, puso la mano delante.
-Han puesto el aire acondicionado a funcionar-parecía algo preocupado.
-Bueno, estamos en verano, tampoco creo que pase nada.
Eric sonrió sarcásticamente, seguidamente su dedo índice me indicó una pequeña pantallita que había en la pared, en la que marcaba que el aire que salía estaba a 0 grados.
Empecé otra vez a dar golpes en la puerta, esta vez mas nerviosa, de mi boca solo salía el nombre de Dudú, y mis manos llevaban un ritmo acelerado al dar en la madera.
-Déjalo, no sirve de nada, no hay nadie.
Paré un momento y me senté delante de la puerta, estuve un buen rato callada, quería escuchar la dulce voz de Dudu, el sonido del pestillo o simplemente el chirrido de la puerta abriéndose, pero a mis oídos solo llegaba silencio.
Pataleaba de la rabia, Eric estaba sentado en el borde de la bañera y al verme así de nerviosa me cogió por las axilas y me arrastró hacia él, de repente me encontré sentada entre sus piernas, y bueno, notaba algo en el cuello...Sí, eso era, lo que estáis pensando… me aparté corriendo,
-¡ERIC! ¡Todo esto es por tu culpa!...-Me crucé de brazos y puse morros, como una niña pequeña, el miro para otro lado y empezó a reírse.
-Pues claro, como ibas a tener tú la culpa…
-¿Quien me ha metido en el baño? ¿Yo solita? ¡No! ¡Has sido tú!
Eric se levantó y empezó a abrir armarios, yo seguía sentada en el frio suelo, mirándole, bueno, mas bien, contemplándole, de repente le dio una patada al váter y se sentó en el
-¿Qué haces?
-No sé, tenía dos putas opciones, o seguir peleándome con la niñata que estoy aquí encerrado o buscar toallas para taparme, y escogí la segunda.
-Tengo menos ganas que tu de estar aquí
-Lo que tú digas…Espera
Se tiró al suelo y empezó a tocar los azulejos más bajos de la pared, ¿pero este que hace? Al principio creía que ya le empezaba a faltar el aire en el cerebro, bueno, eso siempre le falta, hasta que retiró un azulejo y sacó una botella de vodka del agujero, desenroscó el tapón y le dio un buen trago, después me miró, sacó su hermosa sonrisita y me la acercó a la cara.
-Aparta eso de mi-Empujé la botella y el brazo de Eric retrocedió, después de volver a beber, empezó a hablar.
-La temperatura baja poco a poco, tu sabrás, si quieres congelarte, o entrar en calor-Después de aquello volvió a pasarme la botella, yo a mala leche la enganche y le di un pequeño trago, puse una cara de asco peor que cuando veía a Kristin, Eric empezó a reír sin parar, pero de repente se puso serio, y mirando al suelo dijo.
-Un trago más, un recuerdo menos…
Esa frase se me quedo grabada para siempre.
Ya era la segunda botella que había sacado del agujero, eso parecía una nevera, otra vez había caído en los efectos del alcohol, pero esta vez estaba con Eric, no tenía miedo.
Nos reíamos por todos, nos tirábamos al suelo, nos mojábamos con el agua, no estábamos muy bien en esos momentos, más bien estábamos súper pedo, pero al menos no discutíamos, que ya era un gran logro.
-¿Sabes qué? No esta tan mal que seas virgen, eso te honra.-Dijo Eric con una voz un poco extraña mientras se tocaba los tríceps con el culo de la botella de vodka-Pero también te da fama de estrecha-Ya lo jodio, deje de reírme y le arrebaté la botella.
-Si es una indirecta para que me acueste contigo, que sepas que antes me tiro a un erizo.
-Llegara el día en el que me suplicaras que lo haga-le observé por un segundo, estaba mirando al techo, su respiración era lenta, su mirada perdida en el infinito, pestañeaba despacio, mataría por saber que pensaba en esos momentos, yo hice lo mismo, mire al techo, y quise preguntarle.
-¿Alguna vez te has declarado a alguien?-Giró su hermosa cabeza, sabía que sus impresionantes ojos estaban clavados en mi rostro, pero mi mirada no se movió del techo
-No, no lo necesito, a mí se me declaran todos los días miles de chicas- Ni borracho, ¡ni borracho pierde su inmenso ego!
-Pues, llegará el momento en el que te declares a alguien especial, estoy segura.
Eric se levantó y abrió el grifo de la bañera a toda ostia, salía vapor de lo caliente que estaba el agua, bebía vodka y al mismo tiempo miraba lo que hacía, por cierto ¿Qué hacia?
-Venga, que se empieza a notar el frio, ven –Me cogió y me metió en la bañera, y ahora es cuando vais a flipar, no se lo impedí, deje que me introdujera en el ardiente agua, y después, el se metió con migo.
-Tú tienes un problema, un gran problema-Le miré extrañada mientras chapoteaba con los dedos en el agua.
-Mi problema eres tú Eric.
-No, el verdadero problema es que te dejas engañar por la primera cara bonita que ves.
-Mentira- me miraba, y yo intentaba evadirme, no quería mirarle a los ojos, a sus ojos, esos que no son comparables ni con el mismísimo sol.
Nos quedamos un buen rato mirándonos, sin nada que decir, con las ropas mojadas, sin expresión en la cara, la botella de vodka quedó en el fondo de la bañera, mis manos estaban juntas, Eric se acercó más, sin apartar la mirada de mis marrones y grandes ojos, puso su mano en mi pierna, y la fue subiendo poco a poco hasta llegar al muslo y acercó su cara a la mía.
-Muérdeme.
-¿Cómo?
-Que me muerdas.
-Donde…-deposité mi mano en su cara
-Donde quieras 
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