"New Sensation" Capítulo 34-No mas mentira, estoy enamorada.

Haber mi chicas, ya se que queres empezar a leer, pero deciros antes que en este capítulo me he puesto a llorar, y para que sea mas emocionante, quiero que escucheis esta canción cuando leeais esto
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http://www.youtube.com/watch?v=CaEN8gn0TJc
Cristina Aguilera-Hurt (Traducida)

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No había sentido tanto vacio dentro de mí, nunca, en la vida, por primera vez no estaba en mi misma, algo había escapado, salido de mi vida, y había dejado un hueco enorme difícil de volver a rellenar, por no decir imposible, todavía seguía mojándome el pantalón con la húmeda hierba, al lado de un enorme árbol, en el que se me veía enana, insignificante, lo que era vamos, porque en 2 meses había vivido la vida como nunca, se suponía que estaba en un reformatorio en el que iba a mejorar mi comportamiento, en el cual lo iba a pasar mal y mi estancia tendría que ser un infierno, pero no, creo que ha sido la experiencia más especial que he experimentado, solo recordar el tiempo pasado en este bello lugar, me hace soltar una que otra lagrima, y eso, que yo, no soy de llorar, lo intentaba asimilar, como bien digo, intentaba, porque no lo conseguía, todo se me iba de las manos, ya no más Dudu, ni mas desayunos a las seis de la mañana, no mas playa, no mas Winona, ¿Qué me queda? Haber, no quiero que me mal interpretéis, añoro a mi familia, deseo abrazar de nuevo Karen, subirme a caballito a la espalda de mi hermano Guille, pero…
Tengo que decirle a Eric adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en él.
Sentí una mano en mi hombro, era Winona, venia con una manta y una almohada, yo ni me molesté en verla, solo estaba allí, como una planta, a la que nadie hacia caso, la que tarde o temprano acabaría pisoteada por los zapatos de una despistada alumna.
-Vamos, entra ya Dak, va a empezar a refrescar-Me cogió del brazo y tiró de él, yo seguía con la misma expresión, con la mente llena de barbaridades, recopilando y guardando todos los instantes, cada hora, minuto y segundo que había pasado aquí, en Brasil. Destrozándome más por dentro.
Sentí que las manitas de Winona depositaban una manta sobre mis piernas, ella, con una tristeza impresionante inundando su rostro, se acercó más a mí arrastrándose, me abrazó y se tumbó encima de mis piernas, lo único que pude hacer fue ponerle el brazo por encima, sentí como se movía impulsivamente, y como salían pequeños sollozos de su boca, estaba llorando, cosa que yo anhelaba hacer con todo mi puto corazón, pero mi estado de desesperación no me lo podía permitir. Winona habló.
- ¿Por qué solo se tarda un minuto en decir hola, y toda una vida en decir adiós?, ¿te acuerdas? ¿cuándo apareciste por la puerta?, con esa expresión de asustada, con tus pintas de macarra, pero a la vez con esa cara de princesita, que me hizo recordar a la infancia, me hizo saber, que tu, serias esa chica que llenaría mi vida, mi amiga, la mejor, la que me alegraría el día, sea como sea, la que sería capaz de bajarme la luna si eso me hiciera sacar una sonrisa, pero yo he tenido algo más que una amiga a mi lado, he tenida a Dakota Fight, única e inigualable, dura por fuera, perfecta por dentro, la que ahora se me escapa como la arena en un día de viento, a la que soy incapaz de decir… Adiós.
Estado de shock, seguía en él, Winona había roto a llorar, mi dolor era su dolor, ya era como su hermana, moví mi mano de un lado a otro, acariciando su espalda.
-Nunca digo adiós a nadie. Nunca dejo que las personas más cercanas a mí se vayan. Me las llevo conmigo vaya donde vaya. No lo olvides. Tu eres de esas personas-Wi se levantó, sus ojos estaban negros, de la pintura corrida, roja como fuego, sofocada como nunca, su cara mojada por las lagrimas resaltaba gracias a la luz de la luna, me mordí el labio, no me salían las lagrimas, pero juro, que en mis ojos se podía ver, hasta lo más profundo de mi, el dolor, de dejar, de dejar mi vida, la vida que quiero. Nos fusionamos en un abrazo, Winona lloraba a gritos, yo cerré los ojos, y la abracé más fuerte que nunca, si se me cumpliera el deseo, de tenerla siempre entre mis brazos…
-Winona, tranquila, son las desgarradoras horas de la despedida, mañana quiero ver esa sonrisa que tanto me gusta en tu cara, y que cuando veas la luna, recuerda, que en cualquier momento, la vas a tener a tu lado, porque la bajaré, prometido.-Levanté la mano izquierda, y la derecha, justo en mi corazón, Wi sacó una pequeña sonrisa como pudo, y entre la angustia, hicimos el juramento, el que debíamos de cumplir, aunque de algo imposible se tratase.
Las dos nos acomodamos, era una noche fresquita, pero eso que importaba, era la última, y la tenía que pasar con ella, era lo único que me quedaba.
-Y ahora Dakota, ¿Me serás sincera?, por ser el final…-Las dos nos encontramos tumbadas mirando a la luna, se me hacia mas cómodo hablar y abrir mis sentimientos sin mirar a la cara.
-Sí.
-Quien es, ¿Dudu o Eric?, del que estás, verdaderamente enamorada, y recuerda, no más mentiras.
¿Winona no quería mentiras?, no las iba a tener, deje de lado a la orgullosa Dakota, abrí la cerradura que mantenía en silencio mi corazón, y le deje expresarse a él solo, con toda claridad.
-Los hermanos Skoldeng Surita, las personas más increíbles que he conocido, el primero fue Dudu, tan increíble por dentro y por fuera, amable como ninguno, suspirar era lo que me hacía , era demasiado perfecto para creer que me podía estar pasando a mí, gritaría al mundo que le amo, en esos instantes quería besarle, sin pesármelo dos veces, ni siquiera una, en mi cabeza solo estaba el, cantando, para mí, haciendo que por fin, me sintiera como lo que siempre he querido ser, una persona feliz, no pido gran cosa, sabes, todo era increíble, solo existía él, el puñetero e único amor de mi vida, creía que sería un para siempre, que si pasaba el resto de mi vida con él, nunca iba a salir nada mal, y todo iba a ser totalmente placentero.
-Ósea, que te gusta Dudu…
-No entiendes, es el mejor, es increíblemente perfecto, mis pensamientos ya soñaban con una vida a su lado, hasta que ahí, apareció el…
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Emilio Eric Paulo Skoldeng Surita, en el momento que le conocí todo cambió de color, era como Dudu, lo único, que mas mayor, mas hombre, su mirada era para mí el peor de los jeroglíficos que descifrar, su sonrisa, el mejor tesoro encontrado en siglos y su cuerpo escultural un secreto a voces, nuestra primera mirada, todavía puedo recordarla, le interrumpí mientras cantaba, me recorrió de arriba abajo, me observaba con odio, pero no sé, al mismo tiempo, con pasión, y cuando me sonrió-me toqué el pecho, y sonreí-Creo que si mañana fuera mi último día, si muriera, y tuviera que escoger solo un segundo de mi vida que poder repetir, escogería ese, en el que me sonrió, por primera vez, es el motor que me hace seguir, es como no sé, el olor a palomitas en el cine o el destello de los primeros rayos de sol por la mañana, al amanecer… Lo malo, que era un monstruo por dentro, y ahora es cuando piensas “Dudu es mejor partido, con el serás feliz” y yo, te hubiera respondido “Es el camino fácil”, porque, después de todo el daño, se encuentra un diamante, sin pulir todavía, que con trabajo y esfuerzo, llegará a ser la persona perfecta, mi persona perfecta, mi verdadero Eric…
Hablar de él me hacia entristecer más de lo normal, así que una lagrima nació en mi ojo, recorrió mi sien descendiendo por la mejilla, y muriendo en el césped, apreté la manta, lo quería tener entre mis brazos, aunque me mandara a la mierda, quería despedirme de él como nunca antes había imaginado poder hacerlo, ya que le odiaba, pero en estos casos, es cuando te das cuenta, de quien verdaderamente te importa, y a quien le importas tu, a quien verdaderamente amas...
-En serio… Amor y odio, son sentimientos que pueden estar juntos, ahora quiero que salga de tu boca, responde ¿Te gusta Eric?
-A mí me gustan las Pringles. Eric me encanta.
Sí, chicas, por fin lo acepto, estoy completamente enamorada de Eric Surita... Pero ya es tarde, solo puedo decir, que siempre, lo llevare, en el fondo, en el fondo de mi corazón.