"New Sensation" Capítulo 33- Supongo que es un adiós.
-Ostia, que fuerte…-Eric lucia una pequeña sonrisita, si, le hacía mucha gracia que yo estuviera en un reformatorio encerrada, que les hubiera mentido y que hubiera quemado un sillón y algunos enseres más, que estúpido, pero bueno, ya, que mas da, Eric le contaria a Dudu y su familia que clase de persona era en realidad, una delincuente, y tendré suerte si no me denuncian…Un policía muy moreno de piel y con unos cuantos años ya a la espalda me dio un toquecito con el dedo en el hombro, movió la cabeza hacia un pequeño banco que había en el centro del jardín, donde se encontraban dos trajeados agentes, me iban a preguntar, de nuevo, ya soy una experta, porque con lo que hice en el colegio… Al final iban a pensar en serio que era una pirómana.
-Luego te lo explico Eric…-Eric se movió riendo y medio indigando, se metió la mano en los bolsillos, con cara de necio.
-No hay nada que explicar, con lo que he visto ya está todo dicho Dakota.-Media vuelta, y, andando de la forma que mas adoraba, se desvaneció entre la multitud, creia, y estaba casi segura, de que esa seria la ultima vez que iba a ver a Emilio Eric Surita.
Declaré, lo típico, a mentiras, los policías me veían con esa carita de ángel que tengo, y claro, me creía todo, pero la directora seguía de los nervios, no me había enganchado de los pelos, de puro milagro vamos, con lo recta que parecía…Empezaron a apuntar en sus respectivas libretas, tenia que esperar por el jardín mientras interrogaban a unas cuantas personas mas que habían visto lo ocurrido, asi que, opte por sentarme a la sambra del Sauce llorón que yacia en el fondo del jardín desde tiempos inmemorables.
Me apoyé en el tronco, mi ropa ya se había secado, a pesar de todo, eran momentos divertidos los que pasaba en casa de los Surita, tanto con Dudu…Como con Eric, momentos, que nunca más iba a vivir, por insensata, con la verdad se va siempre por delante, es algo que nos meten en la cabeza desde pequeños, pero, nunca hacemos caso, así es el ser humano, así es Dakota Fight.
Vi acercarse a Winona, bueno en realidad vi algo rojo venir hacia mí, no sé donde coño había puesto las lentillas esa mañana, se sentó a mi lado ¿Es que nadie entiende que no quiero compañía, que estoy deprimida, que mi vida a partir va a ser una mierda sin…? Bueno, ya sabéis sin quienes…
-Me debes una buena, muy buena.
Levanté la mirada extrañada, Wi estaba cerca, pero ya era de noche, apenas la veía, me tocó la cabeza.
-Una buena, ¿porz quép?-Añadí mientras tocaba con mi lengua una muela que me molestaba.
-Porque he conseguido que no se vaya-En ese mismo momento la cosa mas preciosa que hay en este maldito mundo salió detrás del tronco, Eric estaba allí, todavía no había ido a pregonar que soy una puta delincuente quema cosas, llevaba unas perfectas bermudas de Billabong, es lo máximo que llegue a ver, ya sabéis, lo de las lentillas, me levanté rápido, me raqué con le pié derecho el tobillo izquierdo, baje la cabeza mientras lo hacía, Winona nos dejó solos, a la luz de la luna, pero no flipéis, que le tenía que explicar tantas cosas.
-Escúchame Eric…
-Y por qué tengo que hacerlo-Ya lo estaba viendo llegar, me iba a chantajear, como lo sabía, o me iba a hacer sentir mal, así que tuve que ponerme la coraza, para que sus ardientes y brutales palabras no hicieran daño a mi corazón, acostumbrado ya a las puñaladas. A las de Eric.
-Lo vas a contar, a todo el mundo…
-Eso no lo dudes-Yo miraba a la casa, de la que ya había dejado de salir humo, pero todavía se conservaba el olor, enrabietada, así estaba, hacer cambiar de opinión a Eric Surita, era como intentar que un día no amaneciera.
-Quemé el instituto, el de España-Se sorprendió, y optó por mirarme mientras hablaba- y bueno, pues me mandaron aquí, por no enviarme a un reformatorio de los peores-heché la cabeza hacia atrás, y pude ver a la brillante luna entre las suaves hojas del sauce-Hace poco me dijeron que iba a volver a España, y lo que todos pensaban, es que yo iba a estar contenta, lo que nadie sabe, es que no lo estoy…-Eric desvió la mirada, lo mismo mis palabras le estaban llegando.
-Claro, y como estas triste y no te quieres ir, te pones a quemar reformatorios, das miedo Dakota, estás loca…
-Piensa lo que quieras, saca tus propias conclusiones, pero nunca sabrás la verdadera razón de porqué lo hice.-Eric se iba a levantar, pero al escucharme, se quedó.
-Haber, ¿Qué razón?
-Lo primero, lo de España, fue un accidente, y lo de aquí, en Brasil, es porque no me siento capaz de separarme de… Dudu, y Winona y esas cosas…-Eric jugueteaba con una hoja que había encontrado en el suelo, yo esperaba, a no sé, que me dijera, “guardaré tu secreto” o “No se lo contare a nadie”, pero la verdad, no lo iba a hacer, es Eric…
-Me parece extraño
-¿El qué?-Esperaba que Eric me encandilara con una de esas frases que dice en los momentos menos oportunos y que me hacen derretirme como chocolate al sol.
-Me parece extraño que no estés aullando, hay luna llena, venga, aúlla.- Cogí una cacho de corteza que encontré en el suelo y se la tiré, el se reía, yo estaba molesta, esto era una despedida, una despedida de enemigos, extraña, pero aun así, despedida.
Eric dejó de observar mi cara, y se dio cuenta de que alguien venia hacia nosotros, era un policía, me volví a poner nerviosa, Eric lo notó y no se movió de donde estaba.
-Señorita Fight ¿Así es?-Añadió con un acento muy cubano, tuvo suerte de que no me entrase la risa floja.
-Sí, soy yo
-Hemos decidido enviarla a un reformatorio en condiciones, no se preocupe por que este está en su país, mañana se irá.
Ya estaba todo acabado, estaba tan horriblemente destrozada por dentro, que me quedé paralizada, ya estaba pensando, en solo subir a hacer las maletas, largarme, y después vivir una puta vida de mierda, como la que tenía antes, suena raro, pero este reformatorio ma a dado la vida, Brasil ha sido mi salida, conocer a estas personas ha sido una de las mejores cosas que me han ocurrido, conocer a Eric, la peor, pero también la más especial.
-Supongo que es un adiós-Se levantó, y entre la oscuridad vi desaparecer a lo más bonito que han visto mis ojos, y lo que más daño a echo a mi corazón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario