"New Sensation" Capítulo 38-Te perdono.
-¿Contigo?-Achiné los ojos extrañada.
-Sí, mas quisieras dormir conmigo-Puso morritos y se pasó el pulgar por ellos, sexy, muy sexy-En mi casa-Me bajé de sus piernas, aunque si por mi fuera allí me quedaba.
-Y ¿Por qué?-El coche aparcó en el garaje de la casa.
-Hay cállate ya, luego se lo preguntas a mi hermano, pesada-Salió del coche rápido, yo me quede un rato allí, enfadada, ¿Al lado de Eric? Mi estado de ánimo era como una montaña rusa, primero me hacía sentir en las nubes con sus delicadas y sutiles palabras, y luego caía empicado con su arrogancia, dio al mando de cierre, me dejo encerrada en el coche, yo intentaba abrir la puerta, el se reía desde fuera, yo me crucé de brazos, haber si se daba cuenta de que se reía el solito y abría de una puta vez, y como bien dije, se cansó y me dejo marchar, subimos en el ascensor (sí, ascensor, la casita se las traía con los lujos) llegamos al salón, venga, soy maja, y para que os hagáis una idea, este es
Dudu salió contento de la cocina, pero al verme, cambió de expresión,
serio, me indicó el sillón, quería que me sentase, Eric ya tuvo que
hablar.
-Venga Dudu, enfádate con ella y así nos quitamos un peso más de encima-Se rió
-¿No decías que no me podías sacar de tu vida?-Me pasé la lengua con satisfacción por los labio, Eric se cabreó.
-Era de mentira, ¿Cómo voy a querer yo eso?
-Sí, claro, claro
-¡Que os calléis ya coño!-Dudu empujó a su hermano hacia la puesta, el le apartó de un manotazo y se fue por su propio pie, Dudu gruñó y se sentó a mi lado, mirábamos por los grandes ventanales la playa, yo agaché la cabeza al ver que estaba clavando una decepcionada mirada en mi.
-Y se supone que eras mi amiga-Frunció el ceño y se cruzó de brazos desconcertado.
-Pero creía que…
-¿Creías que me iba a gustar tener una delincuente en mi casa?-Se oyeron carcajadas preciosas procedentes de la cocina, que asco de Eric.
-Una delincuente, me alegra saber qué piensas eso de mi…-Me até un nudo en la camiseta, porque me quedaba algo suelta y me levanté del sillón en dirección a la puerta, Dudu no se movió, solo tocaba su brillante piercing de la nariz enfadado, yo me sentía hundida, de que mi amigo pensara eso de mi, una delincuente, bonito adjetivo, bajé el manillar de la enorme puerta de entrada, apreté con fuerza, y nada, que no se abría, Eric apareció por detrás de mí, sin camiseta, genial, fiesta, de verdad, luego intento olvidarme de él, pero si me aparece así, es imposible macho.
-Dakota-Parecía que Eric iba a pedirme que me quedara
-¿Qué?-Dije ilusionada
-Que te pongas unos pantalones o algo tía, que vas a coger frio- Gruñí enrabietada, di unos cuantos pisotones al granito que componía el suelo de la mansión, y tiré con más fuerza de el manillar.
-Como lo rompas-Dio un sorbo a el monster energy que llevaba en la mano-Lo pagas.
Dudu apareció, se tocaba el pelo tímido, intentaba decirme algo, pero no le salían las palabras, la verdad es que estaba algo cabreada con el, pero bueno, era Dudu, yo le quería, así que sería capaz de perdonarme.
-Lo siento
-Te perdono-Sonreí con vergüenza
Dudu enseñó su radiante dentadura, abrió los brazos y me invito a pasar unos segundos apretujada a él, el mejor amigo del mundo, era un cielo, con lo famoso que era, y era tan sencillo, ya podría aprender de él Eric, hablando de Eric…
-Venga, bonito final ¿Puedo potar ya?-Eric tiró la lata al suelo, le enganché de los hombros y le acerqué a mí, hay, que me muero.
-¿Te crees superior a los demás? Recógela, ahora-Se dio la vuelta cauteloso, me miró, y sonrió mientras mascaba chicle.
-Yo pago a la criada para que recoja mi mierda, si quieres hacerlo tú por ella, no hay problema-Media vuelta y dirección de nuevo a la cocina, Dudu estaba conmigo, así que cogió la lata y se la tiró, Eric nos maldijo y vino corriendo hacia nosotros, huimos como pudimos por toda la casa, al final acabamos los tres riendo, bueno, los dos, Eric estaba preocupado por su pelo, que de correr se le había movido, que pijo de verdad.
-Y bueno, ¿Te quedas a dormir no?-Dijo Dudu alegre, mientras saltaba nervioso por los escalones, toqué mi moño y lo aplasté para que quedara mejor.
-Bueno, siempre que haya sitio.
-Pues lo siento mi cielo, no lo hay-Anne bajaba cautelosa por las escaleras ya que llevaba unos tacones considerables, parecía una modelo, lo único que ya tenía unos cuantos años encima pero por lo demás, guapísima, lucía un vestido verde bosque de palabra de honor, ceñido por la pate del pecho y con un corte inglés en las faldas, Dudu posó su mano en el hombro de Anne, ella acaricio el pelo de su hijo.
-La habitación de invitados la están fumigando, porque a nadie más que a tu hermano se le ocurre meter la comida que sobró de una fiesta que hizo, sin mi permiso, debajo de la cama, y claro, se han metido todos los bichos-Eric comía nata directamente del bote, tenía la boca llena de ella
-Bueno, esta noche vienen mis amigos a dormir-Dijo Dudu
-Sí, y los abuelos se quedan también, duermen en el salón-Yo levanté los hombros y sonreí, ya que por lo que se veía no me podía quedar.
-Pero es importante que se quede hoy mamá-Anne miró hacia el techo pensativa, después, transporto su mirada hacia Dudu, los dos sonrieron, y miraron a Eric, el seguía con la boca llena de nata, al ver aquello, se extrañó, luego pillo lo que estaba pasando.
-No, ni de coña-Eric se negó en rotundo a que yo durmiera en su habitación.
-Sí, mas quisieras dormir conmigo-Puso morritos y se pasó el pulgar por ellos, sexy, muy sexy-En mi casa-Me bajé de sus piernas, aunque si por mi fuera allí me quedaba.
-Y ¿Por qué?-El coche aparcó en el garaje de la casa.
-Hay cállate ya, luego se lo preguntas a mi hermano, pesada-Salió del coche rápido, yo me quede un rato allí, enfadada, ¿Al lado de Eric? Mi estado de ánimo era como una montaña rusa, primero me hacía sentir en las nubes con sus delicadas y sutiles palabras, y luego caía empicado con su arrogancia, dio al mando de cierre, me dejo encerrada en el coche, yo intentaba abrir la puerta, el se reía desde fuera, yo me crucé de brazos, haber si se daba cuenta de que se reía el solito y abría de una puta vez, y como bien dije, se cansó y me dejo marchar, subimos en el ascensor (sí, ascensor, la casita se las traía con los lujos) llegamos al salón, venga, soy maja, y para que os hagáis una idea, este es
-Venga Dudu, enfádate con ella y así nos quitamos un peso más de encima-Se rió
-¿No decías que no me podías sacar de tu vida?-Me pasé la lengua con satisfacción por los labio, Eric se cabreó.
-Era de mentira, ¿Cómo voy a querer yo eso?
-Sí, claro, claro
-¡Que os calléis ya coño!-Dudu empujó a su hermano hacia la puesta, el le apartó de un manotazo y se fue por su propio pie, Dudu gruñó y se sentó a mi lado, mirábamos por los grandes ventanales la playa, yo agaché la cabeza al ver que estaba clavando una decepcionada mirada en mi.
-Y se supone que eras mi amiga-Frunció el ceño y se cruzó de brazos desconcertado.
-Pero creía que…
-¿Creías que me iba a gustar tener una delincuente en mi casa?-Se oyeron carcajadas preciosas procedentes de la cocina, que asco de Eric.
-Una delincuente, me alegra saber qué piensas eso de mi…-Me até un nudo en la camiseta, porque me quedaba algo suelta y me levanté del sillón en dirección a la puerta, Dudu no se movió, solo tocaba su brillante piercing de la nariz enfadado, yo me sentía hundida, de que mi amigo pensara eso de mi, una delincuente, bonito adjetivo, bajé el manillar de la enorme puerta de entrada, apreté con fuerza, y nada, que no se abría, Eric apareció por detrás de mí, sin camiseta, genial, fiesta, de verdad, luego intento olvidarme de él, pero si me aparece así, es imposible macho.
-Dakota-Parecía que Eric iba a pedirme que me quedara
-¿Qué?-Dije ilusionada
-Que te pongas unos pantalones o algo tía, que vas a coger frio- Gruñí enrabietada, di unos cuantos pisotones al granito que componía el suelo de la mansión, y tiré con más fuerza de el manillar.
-Como lo rompas-Dio un sorbo a el monster energy que llevaba en la mano-Lo pagas.
Dudu apareció, se tocaba el pelo tímido, intentaba decirme algo, pero no le salían las palabras, la verdad es que estaba algo cabreada con el, pero bueno, era Dudu, yo le quería, así que sería capaz de perdonarme.
-Lo siento
-Te perdono-Sonreí con vergüenza
Dudu enseñó su radiante dentadura, abrió los brazos y me invito a pasar unos segundos apretujada a él, el mejor amigo del mundo, era un cielo, con lo famoso que era, y era tan sencillo, ya podría aprender de él Eric, hablando de Eric…
-Venga, bonito final ¿Puedo potar ya?-Eric tiró la lata al suelo, le enganché de los hombros y le acerqué a mí, hay, que me muero.
-¿Te crees superior a los demás? Recógela, ahora-Se dio la vuelta cauteloso, me miró, y sonrió mientras mascaba chicle.
-Yo pago a la criada para que recoja mi mierda, si quieres hacerlo tú por ella, no hay problema-Media vuelta y dirección de nuevo a la cocina, Dudu estaba conmigo, así que cogió la lata y se la tiró, Eric nos maldijo y vino corriendo hacia nosotros, huimos como pudimos por toda la casa, al final acabamos los tres riendo, bueno, los dos, Eric estaba preocupado por su pelo, que de correr se le había movido, que pijo de verdad.
-Y bueno, ¿Te quedas a dormir no?-Dijo Dudu alegre, mientras saltaba nervioso por los escalones, toqué mi moño y lo aplasté para que quedara mejor.
-Bueno, siempre que haya sitio.
-Pues lo siento mi cielo, no lo hay-Anne bajaba cautelosa por las escaleras ya que llevaba unos tacones considerables, parecía una modelo, lo único que ya tenía unos cuantos años encima pero por lo demás, guapísima, lucía un vestido verde bosque de palabra de honor, ceñido por la pate del pecho y con un corte inglés en las faldas, Dudu posó su mano en el hombro de Anne, ella acaricio el pelo de su hijo.
-La habitación de invitados la están fumigando, porque a nadie más que a tu hermano se le ocurre meter la comida que sobró de una fiesta que hizo, sin mi permiso, debajo de la cama, y claro, se han metido todos los bichos-Eric comía nata directamente del bote, tenía la boca llena de ella
-Bueno, esta noche vienen mis amigos a dormir-Dijo Dudu
-Sí, y los abuelos se quedan también, duermen en el salón-Yo levanté los hombros y sonreí, ya que por lo que se veía no me podía quedar.
-Pero es importante que se quede hoy mamá-Anne miró hacia el techo pensativa, después, transporto su mirada hacia Dudu, los dos sonrieron, y miraron a Eric, el seguía con la boca llena de nata, al ver aquello, se extrañó, luego pillo lo que estaba pasando.
-No, ni de coña-Eric se negó en rotundo a que yo durmiera en su habitación.
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