"New Sensation" Capítulo 16-Eric, bajame
Tenía un dolor tremendamente inmenso en la cabeza, pero al mismo
tiempo, estaba descansada y tranquila, me desperté, abrí ligeramente los
ojos y lo primero que vi fue a Eric, dormido en un sillón en
calzoncillos y sin camiseta, al principio pensé que había muerto y
estaba en el cielo, pero no, estaba en la habitación de Eric, había
pasado la noche allí
No entendí muy bien porque, pero me desperté feliz, quizá sea por el olor de las sabanas de Eric, o porque su simple presencia me hacía sentir segura, puede que le odie, y que sea un insufrible imbécil, pero me transmitía seguridad.
Un rugido semejante al de un león retumbó por la habitación, era el de mi estomago, sabía que en la cocina habría comida de esa tan buena que le ponen a Dudu en el jardín para cuando compone, así que, me senté en la cama, me dio un mareo, pero decidí levantarme para comer.
-¡Aaaaah! ¡Me cago en la puta!-Tenia los pies llenos de heridas, sí, soy retrasada y ayer me quité los tacones, y me clave cristales, me escocían un montón, cuando me fui a dar cuenta Eric ya estaba a mi lado obligándome a tumbarme de nuevo en la cama, yo aún con cara de dolor, obedecí por primera y última vez sus órdenes.
Tenía el pelo desordenado, pero aún así, seguía siendo perfecto, ¡pero si se acababa de levantar! Como podía estar así, ni una sola legaña, ¡Ni una!... Le odio por ser tan increíblemente perfecto y gilipollas.
-¿Cómo estás?-Preguntó mirándome los pies
-¿Que ha pasado?
-Ayer... Casi te violan, estabas como una cuba, porque eres tonta y no sabes beber...
-ESPERA, ESPERA-Interrumpí-¿QUE QUÉ?
-Un tío, con el que ligaste, casi te viola, me empezaste a llamar chillando, le metí un puñetazo y te traje aquí.
Silencio.
-¿Por qué lo has has hecho?
-¿Hacer el qué?-Me miró extrañado
-Pegarle, ayudarme, cederme tu cama para dormir, cuidarme toda la noche, yo no te importo, losé, por eso no entiendo nada…-Eric miró por la ventana, todavía no había salido el sol, todo estaba un poco oscuro, pero eso daba igual, solo quería una respuesta a mi pregunta.
-Puede que no sea tan mala persona como piensas.
Me tapé con la sabana hasta el cuello, miré al techo, mi respiración iba un poco acelerada, pero no me sentía mal, ya estaba mucho mejor, solo me ardían un poco los pies, Eric se levantó del suelo, y mientras miraba por la ventana, volvió a cagarla, otra vez.
-Y que pasa, ¿Qué querías? ¿Que dejase que ese pavo te violara?
-¿Tú eres gilipollas?, y no me iba a violar…
-Ya, pero te hubiera gustado que lo hiciera-Cogí la tabla de skate y me disponía a tirársela a la cabeza, al subnormal, pero se dio cuenta y me la intentó arrebatar de las manos.
-Pero si estarás acostumbrada a estar todo el día dándole al tema.
Cuando dijo aquello, dejé de forcejear por la tabla, y me puse pensativa, me quedé un rato callada, y aparté la mirada de Eric, solo quería evadirme de sus ojos, el se dio cuenta de lo que pasaba, y se puso a descojonarse de mí.
-¿¡Eres virgen?!-Se tiró al suelo a reír sin parar, yo, aguantando el dolor de pies, me levanté, y ya en la puerta le grite como nunca.
-¿Sabes qué? Muchos ven lo que aparentas, pocos saben lo que realmente eres, y ojala que nunca te hubiera conocido, porque eres la peor persona que ha pasado por mi vida...
Dejó de reír, y empezó a mirar al suelo, yo salí triste y enfadada de allí, el cogió mi brazo y me miró, creía que iba a pedirme perdón, pero señores, es Eric Surita, el perdón para él es algo inexistente.
-Si no querías conocerme, vete y no vuelvas.
-Dudu es increíble, no voy a dejar de venir por una persona como tú…-Me volví hacia la puerta, pero de nuevo volvió a sujetarme del brazo.
-¿Y ahora qué coño quieres? ¿Pedirme perdón?
-No, que te duches, anoche te vomitaste encima
Me puse a pegarle manotazos de mala ostia, el se reía y ponía sus manos como escudo, yo le intentaba dar fuerte, pero sus musculosos brazos ni siquiera notaban mis manitas, después de aquello me quería ir, pero no me soltó, me cogió y me puso sobre su hombro, empecé a darle en la espalda y a mover los pies nerviosa.
-¡Eric que me bajes!
-Te he dicho que te duches, y te vas a duchar aquí.
-Eric, ¡Eric! Bájame, ¡Que me bajes! ¡Eric!
Me llevó hasta el baño de su habitación, no sé como nadie iba a ayudarme, con los gritos que estaba pegando, quería tirarle del pelo, pero es que me daba cosa, era tan bonito, me metió en la bañera.
-Que yo me salgo de aquí, ¡que me dejes coño!
Me levantaba de la bañera, pero Eric hizo el amago de abrir la ducha. Crac, algo sonó, para ser exactos, el pestillo del baño, alguien nos había encerrado.
Eric y yo estábamos en el baño, solos, los dos.
-¿Por qué lo has has hecho?
-¿Hacer el qué?-Me miró extrañado
-Pegarle, ayudarme, cederme tu cama para dormir, cuidarme toda la noche, yo no te importo, losé, por eso no entiendo nada…-Eric miró por la ventana, todavía no había salido el sol, todo estaba un poco oscuro, pero eso daba igual, solo quería una respuesta a mi pregunta.
-Puede que no sea tan mala persona como piensas.
Me tapé con la sabana hasta el cuello, miré al techo, mi respiración iba un poco acelerada, pero no me sentía mal, ya estaba mucho mejor, solo me ardían un poco los pies, Eric se levantó del suelo, y mientras miraba por la ventana, volvió a cagarla, otra vez.
-Y que pasa, ¿Qué querías? ¿Que dejase que ese pavo te violara?
-¿Tú eres gilipollas?, y no me iba a violar…
-Ya, pero te hubiera gustado que lo hiciera-Cogí la tabla de skate y me disponía a tirársela a la cabeza, al subnormal, pero se dio cuenta y me la intentó arrebatar de las manos.
-Pero si estarás acostumbrada a estar todo el día dándole al tema.
Cuando dijo aquello, dejé de forcejear por la tabla, y me puse pensativa, me quedé un rato callada, y aparté la mirada de Eric, solo quería evadirme de sus ojos, el se dio cuenta de lo que pasaba, y se puso a descojonarse de mí.
-¿¡Eres virgen?!-Se tiró al suelo a reír sin parar, yo, aguantando el dolor de pies, me levanté, y ya en la puerta le grite como nunca.
-¿Sabes qué? Muchos ven lo que aparentas, pocos saben lo que realmente eres, y ojala que nunca te hubiera conocido, porque eres la peor persona que ha pasado por mi vida...
Dejó de reír, y empezó a mirar al suelo, yo salí triste y enfadada de allí, el cogió mi brazo y me miró, creía que iba a pedirme perdón, pero señores, es Eric Surita, el perdón para él es algo inexistente.
-Si no querías conocerme, vete y no vuelvas.
-Dudu es increíble, no voy a dejar de venir por una persona como tú…-Me volví hacia la puerta, pero de nuevo volvió a sujetarme del brazo.
-¿Y ahora qué coño quieres? ¿Pedirme perdón?
-No, que te duches, anoche te vomitaste encima
Me puse a pegarle manotazos de mala ostia, el se reía y ponía sus manos como escudo, yo le intentaba dar fuerte, pero sus musculosos brazos ni siquiera notaban mis manitas, después de aquello me quería ir, pero no me soltó, me cogió y me puso sobre su hombro, empecé a darle en la espalda y a mover los pies nerviosa.
-¡Eric que me bajes!
-Te he dicho que te duches, y te vas a duchar aquí.
-Eric, ¡Eric! Bájame, ¡Que me bajes! ¡Eric!
Me llevó hasta el baño de su habitación, no sé como nadie iba a ayudarme, con los gritos que estaba pegando, quería tirarle del pelo, pero es que me daba cosa, era tan bonito, me metió en la bañera.
-Que yo me salgo de aquí, ¡que me dejes coño!
Me levantaba de la bañera, pero Eric hizo el amago de abrir la ducha. Crac, algo sonó, para ser exactos, el pestillo del baño, alguien nos había encerrado.
Eric y yo estábamos en el baño, solos, los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario