jueves, 13 de septiembre de 2012

"New Sensation" Capítulo 42-Con otra. 

¿Dudu? Y ahora a que venía eso, quería enseñarme algo, supuestamente lo más importante de su vida, en esos momentos no estaba para moverme mucho ya que tenia dolorido el pie y apenas podía caminar, pasé mi brazo por los hombros de Dudu, le usaba como apoyo para poder andar a un ritmo normal, avanzamos un poco adentrándonos en el jardín, ya casi estábamos al lado de la cochera cuando Dudu apartó un arbusto que tapaba la visión a la calle, allí se encontraban tres muchachas sentadas en el bordillo de la acera, iban vestidas muy de sport, por el aspecto debían tener catorce o quince años, pero tampoco podía afirmarlo ya que era de noche y lo único que las iluminaba era una farola situada a varios metros, miré a Dudu, sonreía mirándolas, sincero, puso una mano sobre su cara y se la acarició, yo le di con la cadera.
-Ves, mira, ella-Señaló a la chica rubia del centro, que se ataba el nudo de la deportiva-Se llama Luizza, y bueno, me vuelve loco, para ser claros-Se rio nervioso, que mono, estaba enamorado hasta las trancas.


-Luizza, que nombre más raro, y más feo-Me mordí la lengua riendo, le di con la cadera bromeando, el me aparto mosqueado, pero después me alboroto el pelo con la mano.
-Ojala y pudiera estar con ella el resto de mi vida…
-No seas cursi Dudu-Arranqué una hoja seca que colgaba de un hilo, la hice crujir entre mis dedos mientras Dudu se moría por dentro, ya que quería estar al lado de esa chica-Pero, eres Dudu Surita ¿Te das cuenta de que cualquier chica te va a decir que si a lo que se refiere salir como novios?-Era obvio, no me cavia en la cabeza que no se atreviera a pedirle salir a esa pava.
-No sé, es que ella es especial, diferente-Levantó la mano y las ramas volvieron a su sitio, tapando de nuevo las vistas a la calle.
-No sé qué haces pidiéndome ayuda a mí, Dudu-Me froté el ojo y le regalé una de mis mejores sonrisas, picara, que sin soltar palabra ya lo decía todo.
-No término de pillarte, ¿Por qué no te la iba a pedir a ti?-Le dio vueltas a su piercing nervioso, levantó una ceja.
-¿Quién sabe más de chicas?¿Quien ha perdido la cuenta de las que se llevado a la cama?-Entrecerré los ojos y suspiré.
-Vale, Eric-Chascó los dedos y se dio un pequeño golpe en la cabeza, ya que no se había dado cuenta antes de aquella obviedad tan grande, rodeé su cuello con mis brazos, tenía la piel de gallina, ya empezaba a hacer algo de frio, Dudu se agachó y cogió mis piernas con fuerza, me levantó, apoyé mi cabecita en su pelo, iba a caballito, como cuando era pequeñaja, volvimos a la fiesta, cada vez quedaba menos gente y el ambiente estaba más calmado, vi como ya empezaban a desmontar la carpa entre varios chicos y desinflaban los flotadores de la piscina, señalé a Joan, indicando a Dudu que quería ir hacia él, me obedeció.
-Joan, ¿Dónde está Eric?-Pregunté mientras volvía a poner los pies en tierra, que por cierto, casi me muero del dolor al apoyar el derecho.
-¿Y por qué te lo tendría que decir?-Desataba el nudo de la cuerda que sujetaba la carpa mientras me miraba sudoroso.
-Porque sí, díselo-Añadió Dudu
-Vale, a cambio de algo-Enrolló la cuerda en su mano mientras silbaba divertido, no sé que quería, pero viniendo de él, a saber qué barbaridad estaría pensando, el asqueroso.
-¿De qué?-Pregunté al mismo tiempo que subía mi camiseta, ya que se me veía el sujetados de ovejitas.
-Te lo cuento en mi habitación, churri-pasó el dedo índice por su labio inferior, después sonrió levemente y miró hacia arriba, en dirección a una sala de la mansión… ¡¿Qué este quiere qué?! En sus mejores sueños, pero este flipado de que va, me controlé y cojeando me marché en dirección de la piscina, a refrescarme un poco el pie ya que lo tenía ardiendo, Dudu se quedo hablando con Joan, más bien chillando, pero a mí eso me daba igual, yo quería calmar mi herida.
Apoyé mis manos en el césped, logré sentarme sin hacer presión en mi pie, no me preguntéis como, me arrastré hasta llegar al borde de la piscina, me clavé algunas piedrecitas en el culo bastante molestas, pero por fin pude introducir mi pie en el agua, que al parecer estaba repleta de alcohol, tenía un color marrón bastante extraño, moví el pie en círculos, observando el fondo que se veía a medias, ya que el turbio color del agua lo dificultaba, necesitaba un poco de cloro, pero para lo que yo quería, me valía

Picha aquí para ver la foto.
Escuché el chirrido e una puerta de cristal, me di la vuelta y allí estaban Karen y Winona andando a trombones, riendo sin razón alguna.
Karen llevaba la falda medio abierta y la camisa desaliñada, nada típico en ella, sostenía una botella de habana club, de la que tragaba sin parar, le faltaba un tacón y el otro lo llevaba en la mano, andaba en zig-zag y de un momento a otro iba a terminar en el suelo al igual que la bebida, pero Winona tampoco se salvaba, su pelo enredado, tanto que parecía un león rojizo, llevaba un cubata en cada mano, al principio creía que llevaba un cigarro en la boca, pero miré mejor y vi que lo que tenia, era un porro, sus ojos estaban excesivamente negro, la pintura corrida la hacía parecer la madre de la familia Adams, y como bien prevenía yo, se tropezó con sus propios pies y calló de boca.
-Karen, ayúdame a levantarme-Moví la mano indicando a Karen donde estaba, luego lo pensé mejor, y me puse a mover todo el cuerpo, parecía que me había dado un ataqué epiléptico, pero con la cogorza que llevaba la rubia, era la única forma de que me hiciera caso.
-Dakota puta, te quiero-Chilló, y al instante perdió el equilibrio y se calló al lado de Winona, menudo par de inútiles, y encima no sé donde se había metido Dudu, tuve que levantarme sola, por mi propio pie, comiéndome el dolor para ayudar a unas borrachas que antes habían pasado de mí por completo. Andando paulatinamente, con mucho cuidado de no resbalarme ya que mi pie chorreaba agua, llegué a ellas, se reían en el suelo e intentaban levantarse, pero volvían a caer como lápices al borde de la mesa.
-Winona, haz un esfuerzo, dame la mano-Me agarré a un tronco y cogí su mano, que se encontraba mojada, y así no podía, se me caía todo el rato, estaba sudando la gota gorda, menos mal que el preciosos Dudu apareció por la puerta en ese mismo instante, nos miró extrañado, vamos, como para no hacerlo, mis amigas por el suelo y yo con un pie chulo enganchada a un árbol; se acercó a paso ligero.
-Dakota-Le resultaba complicado hablar, creo que me tenía que comunicarme algo, y por la expresión de su cara, no me iba a sentar muy bien, me encontraba ansiosa y al mismo tiempo asustada, Dudu intentaba evitar mi mirada de todas las maneras, le cogí de los hombros y enfurecida le obligué a que me mirara.
-Dudu, suéltalo, ¡Ya!- Respiraba fuertemente, mi furia iba a desatarse de un momento a otro.
-Eric está en su habitación, ha entrado con una chica.


You+me=Problem?

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