"New Sensation" Capítulo 35-Que si duele.
-¿No te sientes mejor?-Me dijo Winona mientras me tocaba la pierna cariñosamente-Yo sabía que, detrás de los insultos y peleas, había amor, del de verdad, Eric es todo lo que necesitas, losé.-No, lo que le falla, es su comportamiento, entiende que, por mucho que yo le quiera ¿El? Dime, me odia, y lo peor, es que yo también a él, no nos aguantaríamos, seria sufrir por una gilipollez.
-¿Tu amor por Eric es un capricho?
-Un capricho es comer helados en invierno, tirarte por una colina como una croqueta, un lio de una noche, lacasitos en vez de uvas para las campanadas de fin de año, jugar al Mario kart con los carritos del Carrefour, pero ¿Eric Surita? Es como una cicatriz, duele cuando te la haces, pero te terminas acostumbrándote, ya que quedara marcada en ti para siempre. Quería dejar de hablar de Eric, cada vez que escuchaba su nombre una yaga se abría en mi… ¡Ves!, corazón, cállate, que por tu culpa me estoy enamorando de un imbécil…
-Veo que te ha dado fuerte, pero tía, no es por joder, pero debes recordar que…
-Es perfecto-Interrumpí-que yo ni soy rubia, ni tengo un cuerpazo, ni ojos azules, ni tetas enormes, no soy nada estudiosa, no tengo ninguna habilidad, no tengo nada que se me dé especialmente bien, soy patosa, algo agresiva, no me gusta vestir con ropa ajustada… Y él ¿Él? ¿Qué tiene de malo?, que con un chasquido de dedos tiene a ochenta chicas a sus pies, que miles de pivones se le acercan cada día, y que casualidad, que se va a fijar en mi, que encima me odia, ya sé que nunca tendremos nada, y creo que es lo mejor, porque yo no sé si tampoco le soportaría-Winona respiraba tranquila, ya todo estaba más calmado, serian alrededor de las doce.
-Madre mía… Y saber eso, ¿No te duele?
-Que si duele, me trago las lagrimas y sonrío-Hubo un momento de silencio, después de llorar dicen que siempre entran ganas de dormir, así que allí estábamos, la última noche, durmiendo en el césped, yo y mi pequeña pelirroja.
Despedía mi cuarto mientras guardaba las últimas cosas en la maleta,
Winona me esperaba en la puerta con mi neceser, le regalé mi camiseta
preferida de Adidas, aunque sabía que no era su estilo, pero ella ya se
la había puesto.
-Es la hora…-Winona pasó su brazo por encima de mi hombro, y las dos cruzamos el pasillo a paso de procesión, abajo nos esperaban la directora, Yanela, que se que en el fondo estaba triste por mi ida, varias profesoras, y las alumnas del reformatorio, que aunque no había mantenido una relación de amistad con ninguna, me habían hecho una cartulina con dedicatorias, que majas, Kristin estaba contentísima, zorra, ojala que la echen a la hoguera como las brujas.
-Bueno, chicas, pues muchas gracias, no soy muy cariñosa, pero, quiero que sepáis que os voy a echar de menos.-Todas sonrieron con sinceridad, yo levanté la mano en señal de despedida, sin mucho ímpetu, pero Lia se abalanzó despacio sobre mí y me abrazo, las demás se unieron, hasta las amigas de Kristin, yo no lloré, pero de milagro, porque fue un bonito momento, la verdad.
-Os dejo cinco minutos para despediros.-La directora y Yanela se retiraron, los profesores también, me senté en las escaleras, todas lo hicieron, haciéndome un circulo, estiré el brazo, miré a Winona, y la dije que se sentara a mi lado, ella volvió a llorar, de verdad, me deprimía más de lo que estaba.
-Jo, tía, pues aunque no nos conozcamos mucho, da penita-Dijo una muchacha, creo que se llamaba Yerai, era de Marruecos, estaba en el reformatorio por robar.
-Sí, yo no quiero irme…-Todas se quedaron extrañadas, pero fui astuta, y cambié de tema rápido, no quería que me preguntaran nada, que tuviera que responder con el nombre de Eric.
-Y bueno…decirme, ¿Cómo habéis acabado aquí?
-Yo disparé a un hombre con la pistola de mi padre, fue un accidente-Dijo una
-Yo robé un coche-Añadió otra llena de pirsings.
-Yo ayudé a mi manito a pasar droga al país, mami-Prosiguió una dominicana, era maja, y así todas, me di cuenta de que Winona era mi mejor amiga en Brasil, pero, todavía no sabía por qué razón estaba en el reformatorio…
-¿Y tú Winona?-Pregunté mirándola, su cara cambió de expresión, parecía molesta, se apartó de mi lado.
-Y eso que mas da…Paso de contarlo.
-Pero que no te vamos a com…
-¡He dicho que no, coño!-Se levantó furiosa, dando brincos y pegando patadas, y se esfumó al baño.
Me pareció horrible lo que hizo, pero quizá tenía sus razones para irse, ¿Qué habría hecho para estar aquí? No podía ir a consolarla, ni a preguntar el porqué de su reacción, se escuchaban chillidos, subidas de voz por parte de la directora, salió de su despacho, cabreada, me miraba con odio, pero, si tenía que estar contenta, que ya mi iba ¿Qué le pasaba?...
-Fosse todas, ¡Já! Fora, não quero que armeis escándalo-La directora habló firme, señalo con su regordete dedo las escaleras, por las que subieron las alumnas, refunfuñando, desde las barandillas de arriba me despidieron por última vez, lo que no entiendo, es porque no las dejaban quedarse…
-Deshaga la maleta señorita Fight, se queda aquí.
-¿¡Qué?!-Me puse a saltar, bailar como una estúpida, todavía estaba flipando ¿Qué me quedaba? ¡Es increíble!-¿Y por qué?
-Fue una petición expresamente pedida por el señor Emilio Eric Surita…
-Es la hora…-Winona pasó su brazo por encima de mi hombro, y las dos cruzamos el pasillo a paso de procesión, abajo nos esperaban la directora, Yanela, que se que en el fondo estaba triste por mi ida, varias profesoras, y las alumnas del reformatorio, que aunque no había mantenido una relación de amistad con ninguna, me habían hecho una cartulina con dedicatorias, que majas, Kristin estaba contentísima, zorra, ojala que la echen a la hoguera como las brujas.
-Bueno, chicas, pues muchas gracias, no soy muy cariñosa, pero, quiero que sepáis que os voy a echar de menos.-Todas sonrieron con sinceridad, yo levanté la mano en señal de despedida, sin mucho ímpetu, pero Lia se abalanzó despacio sobre mí y me abrazo, las demás se unieron, hasta las amigas de Kristin, yo no lloré, pero de milagro, porque fue un bonito momento, la verdad.
-Os dejo cinco minutos para despediros.-La directora y Yanela se retiraron, los profesores también, me senté en las escaleras, todas lo hicieron, haciéndome un circulo, estiré el brazo, miré a Winona, y la dije que se sentara a mi lado, ella volvió a llorar, de verdad, me deprimía más de lo que estaba.
-Jo, tía, pues aunque no nos conozcamos mucho, da penita-Dijo una muchacha, creo que se llamaba Yerai, era de Marruecos, estaba en el reformatorio por robar.
-Sí, yo no quiero irme…-Todas se quedaron extrañadas, pero fui astuta, y cambié de tema rápido, no quería que me preguntaran nada, que tuviera que responder con el nombre de Eric.
-Y bueno…decirme, ¿Cómo habéis acabado aquí?
-Yo disparé a un hombre con la pistola de mi padre, fue un accidente-Dijo una
-Yo robé un coche-Añadió otra llena de pirsings.
-Yo ayudé a mi manito a pasar droga al país, mami-Prosiguió una dominicana, era maja, y así todas, me di cuenta de que Winona era mi mejor amiga en Brasil, pero, todavía no sabía por qué razón estaba en el reformatorio…
-¿Y tú Winona?-Pregunté mirándola, su cara cambió de expresión, parecía molesta, se apartó de mi lado.
-Y eso que mas da…Paso de contarlo.
-Pero que no te vamos a com…
-¡He dicho que no, coño!-Se levantó furiosa, dando brincos y pegando patadas, y se esfumó al baño.
Me pareció horrible lo que hizo, pero quizá tenía sus razones para irse, ¿Qué habría hecho para estar aquí? No podía ir a consolarla, ni a preguntar el porqué de su reacción, se escuchaban chillidos, subidas de voz por parte de la directora, salió de su despacho, cabreada, me miraba con odio, pero, si tenía que estar contenta, que ya mi iba ¿Qué le pasaba?...
-Fosse todas, ¡Já! Fora, não quero que armeis escándalo-La directora habló firme, señalo con su regordete dedo las escaleras, por las que subieron las alumnas, refunfuñando, desde las barandillas de arriba me despidieron por última vez, lo que no entiendo, es porque no las dejaban quedarse…
-Deshaga la maleta señorita Fight, se queda aquí.
-¿¡Qué?!-Me puse a saltar, bailar como una estúpida, todavía estaba flipando ¿Qué me quedaba? ¡Es increíble!-¿Y por qué?
-Fue una petición expresamente pedida por el señor Emilio Eric Surita…
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