"New Sensation" Capítulo 68-Demasiada presión.
Mis labios empezaron a temblar y no hacia frio.
Mis ojos expulsaban lágrimas y no había ácido.
Mi corazón latía a un ritmo activo y no estaba cerca.
¿Qué pasaba?
Me apoyé en el colchón para acomodarme, al instante metí la mano entre las tapas con cuidado, cogí un pequeño taco de informes médicos ordenados por fechas y en un estado bastante deteriorado, todos eran distintos, con varios temas a tratar, lo único que era igual, idéntico en todos, eran esas tres palabras escritas en letra cursiva.
Emilio Eric Surita.
Leí confusa, con la vista cansada.
Enfermo: Emilio Eric Surita
Estado: En coma
Una puñalada atravesó mi estómago sin piedad, aceleró mi nerviosismo y corto mi respiración.
Tiré esa hoja al suelo, y pase a la siguiente con ansia y ganas de reventar la pared.
Enfermo: Emilio Eric Surita
Estado: No recuerda nada de su pasado, no se auto reconoce, alto riesgo de muerte.
Me levanté de la cama histérica, parecía que mil limas rasgaban mi pecho poco a poco, empecé a chillar mientras ensangrentaba mis manos con los fuertes golpes que propinaba a la pared, ¿Qué había hecho? Que hija de puta, mi bebé precioso.
Recogí los papeles rápido, manchándolos de sangre, a brotes.
Los miré por encima, en todos decía que no recuperaba la memoria, que tardaría años, quizá nunca, nunca, que palabra más dura y desagradable.
Me estaba poniendo de los nervios, los dejé furiosa dentro del maletín y fui corriendo al baño, saltando todos los obstáculos, el orden no reinaba en nuestro piso.
Me lavé las manos, tenía las heridas abiertas, pero que gilipollas soy, busqué unas vendas en el cajón de las compresas, eran viejas, pero eso no caduca.
Volví ágil, cerré la puerta y la atranqué, no quería que nadie entrara, si no quería llevarse una ostia, estaba negra.
Cogí las revistas, tres para ser exactos, en una de ellas Eric salía en portada.
“El mayor de los Surita retoma su vida después del accidente”
Resoplé.
Abrí por la página que marcaba en la portada, salía Eric, con la guarra rubia esa que decía que era su novia.
Leí nerviosa.
“Emilio Eric sigue sin recordar nada, pero sus amigos y familia le ayudan a retomar su vida, el mayor de los Surita, (gracias a su padre, que es su gran apoyo) a entrado como presentador de el nuevo programa de “TV Globino” junto con Leticia Mateo, con la que se le ve mucha complicidad, su madre, Anne, afirma que lo único que quiere es que su hijo tenga una vida de calidad hasta que recupere lo que fue su pasado.
Le hemos preguntado unas cuantas cosas a Emilio Eric, que sigue tan guapo como siempre:
Periodista: ¿Cómo te sientes, ya vas recordando algo?
EES: Pues la verdad no recuerdo nada, pero mi familia tienen confianza en mi, y creen que todo volverá a su…“
Cerré la revista, ¿Qué Eric había perdido la memoria y por eso salía con esa zorra? Dakota, pedazo de gilipollas, niñata de mierda, ¿¡QUE HAS HECHO CON EL AMOR DE TU VIDA?!
Pero yo como iba a saber aquello, escurrí mi cara hasta meterla entre las rodillas, me estiré de la coleta, más enredada que un nido de cigüeñas, me merecía una ostia, pero una bien grande.
Ojeé triste las demás revistas, decían más de lo mismo, que salía con Leticia, y poco más.
Todo esto sin memoria.
Algo tan perfecto como él no es para mí.
Las tiré a la moqueta, no era capaz de reaccionar en esos instantes, me ardían los nudillos, estaban al rojo vivo, tapados por la áspera textura de las gasas viejas.
Las lagrimas cesaban, no paraban ni un momento, querían que me diera cuenta de la persona en la que me había convertido, un monstruo, me auto hería, Pero ¿Yo qué coño sabia? Ojala alguien me hubiera dicho, con un simple sms, que Eric carecía de memoria, que no recordaba su pasado, y que mucho menos a mí, maldito Dudu ¿¡En que estaría pensando para no avisarme?! Se la devolveré, sí.
Aún así, seguía sin entenderlo todo, me faltaban piezas en el puzle, algo no concordaba.
Espera.
El diario.
Mis ojos expulsaban lágrimas y no había ácido.
Mi corazón latía a un ritmo activo y no estaba cerca.
¿Qué pasaba?
Me apoyé en el colchón para acomodarme, al instante metí la mano entre las tapas con cuidado, cogí un pequeño taco de informes médicos ordenados por fechas y en un estado bastante deteriorado, todos eran distintos, con varios temas a tratar, lo único que era igual, idéntico en todos, eran esas tres palabras escritas en letra cursiva.
Emilio Eric Surita.
Leí confusa, con la vista cansada.
Enfermo: Emilio Eric Surita
Estado: En coma
Una puñalada atravesó mi estómago sin piedad, aceleró mi nerviosismo y corto mi respiración.
Tiré esa hoja al suelo, y pase a la siguiente con ansia y ganas de reventar la pared.
Enfermo: Emilio Eric Surita
Estado: No recuerda nada de su pasado, no se auto reconoce, alto riesgo de muerte.
Me levanté de la cama histérica, parecía que mil limas rasgaban mi pecho poco a poco, empecé a chillar mientras ensangrentaba mis manos con los fuertes golpes que propinaba a la pared, ¿Qué había hecho? Que hija de puta, mi bebé precioso.
Recogí los papeles rápido, manchándolos de sangre, a brotes.
Los miré por encima, en todos decía que no recuperaba la memoria, que tardaría años, quizá nunca, nunca, que palabra más dura y desagradable.
Me estaba poniendo de los nervios, los dejé furiosa dentro del maletín y fui corriendo al baño, saltando todos los obstáculos, el orden no reinaba en nuestro piso.
Me lavé las manos, tenía las heridas abiertas, pero que gilipollas soy, busqué unas vendas en el cajón de las compresas, eran viejas, pero eso no caduca.
Volví ágil, cerré la puerta y la atranqué, no quería que nadie entrara, si no quería llevarse una ostia, estaba negra.
Cogí las revistas, tres para ser exactos, en una de ellas Eric salía en portada.
“El mayor de los Surita retoma su vida después del accidente”
Resoplé.
Abrí por la página que marcaba en la portada, salía Eric, con la guarra rubia esa que decía que era su novia.
Leí nerviosa.
“Emilio Eric sigue sin recordar nada, pero sus amigos y familia le ayudan a retomar su vida, el mayor de los Surita, (gracias a su padre, que es su gran apoyo) a entrado como presentador de el nuevo programa de “TV Globino” junto con Leticia Mateo, con la que se le ve mucha complicidad, su madre, Anne, afirma que lo único que quiere es que su hijo tenga una vida de calidad hasta que recupere lo que fue su pasado.
Le hemos preguntado unas cuantas cosas a Emilio Eric, que sigue tan guapo como siempre:
Periodista: ¿Cómo te sientes, ya vas recordando algo?
EES: Pues la verdad no recuerdo nada, pero mi familia tienen confianza en mi, y creen que todo volverá a su…“
Cerré la revista, ¿Qué Eric había perdido la memoria y por eso salía con esa zorra? Dakota, pedazo de gilipollas, niñata de mierda, ¿¡QUE HAS HECHO CON EL AMOR DE TU VIDA?!
Pero yo como iba a saber aquello, escurrí mi cara hasta meterla entre las rodillas, me estiré de la coleta, más enredada que un nido de cigüeñas, me merecía una ostia, pero una bien grande.
Ojeé triste las demás revistas, decían más de lo mismo, que salía con Leticia, y poco más.
Todo esto sin memoria.
Algo tan perfecto como él no es para mí.
Las tiré a la moqueta, no era capaz de reaccionar en esos instantes, me ardían los nudillos, estaban al rojo vivo, tapados por la áspera textura de las gasas viejas.
Las lagrimas cesaban, no paraban ni un momento, querían que me diera cuenta de la persona en la que me había convertido, un monstruo, me auto hería, Pero ¿Yo qué coño sabia? Ojala alguien me hubiera dicho, con un simple sms, que Eric carecía de memoria, que no recordaba su pasado, y que mucho menos a mí, maldito Dudu ¿¡En que estaría pensando para no avisarme?! Se la devolveré, sí.
Aún así, seguía sin entenderlo todo, me faltaban piezas en el puzle, algo no concordaba.
Espera.
El diario.
Osea, como nos puedes dejar así? veeeeeenga siguiente ya!
ResponderEliminar